El vino y su rol para combatir la emisión de gases de efecto invernadero

La vitivinicultura es una industria contaminante y debe trabajar para reducir su emisión de gases. (Foto Ignacio Blanco)
La vitivinicultura es una industria contaminante y debe trabajar para reducir su emisión de gases. (Foto Ignacio Blanco)

La vitivinicultura es parte del problema y debe serlo de la solución. Las tendencias de consumo y la emergencia climática se lo demandan.

Aunque pequeña, la industria vitivinícola tiene parte de la responsabilidad de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.  Y como tal, también debe ser parte activa y responsable de la solución, o por lo menos, de la mitigación de sus efectos.

Las emisiones de gases de efecto invernadero se miden a través de la huella de carbono que resulta equivalente a la cantidad de kilogramos de dióxido de carbono (CO2) que se emite. Al producir un vino, esa emisión se genera desde el método agrícola, la energía utilizada en la producción, su logística, el envase y hasta el método de comercialización.

Este 28 de enero se celebra el Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Terrestre o como suele denominarse, de la Reducción de las Emisiones de CO2. Es una buena oportunidad para analizar el impacto de este proceso. Identificar claramente cuánta energía consume la industria es definitivamente el primer paso.

Algunos estudios aseguran que las emisiones totales de una botella de vino tornan entre los 1,5 a los 2,5 kilos de CO2. La oscilación es grande porque depende de muchos factores como si utilizó un método orgánico de agricultura, cuál fue el recurso para transportarlo, cuánto pesa la botella, etc. En una nota anterior te contamos la importancia en la emisión de gases de efecto invernadero que tienen las botellas y su peso.

Además, este trabajo por reducir la emisión no es solo una cuestión de conciencia. Concretamente, según un estudio de la Universidad de Columbia junto a la NASA, si la Tierra aumenta 2 grados su temperatura podrían desaparecer la mitad de las regiones vitivinícolas. Es dramático.

Una botella de vino emite entre 1,5 y 2,5 kilos de CO2 (Foto Gustavo Rogé)
Una botella de vino emite entre 1,5 y 2,5 kilos de CO2 (Foto Gustavo Rogé)

Es una realidad actual que cada vez crece más el segmento de consumidores interesados por productos respetuosos con el medio ambiente, orgánicos, sustentables, con propuestas que caminen en ese sentido. La consultora de empresas vitivinícolas, Dolores Lavaque, expresó que “para mí es algo que se viene en todos los niveles. Parecería una tendencia selectiva pero no, es transversal y hay que atenderla”.

La industria ya tiene diagnosticado el fenómeno y muchas bodegas trabajan sobre estas acciones. La biodinámica y agricultura sustentable son ejes que cada vez se ponen más en auge. Las certificaciones también contribuyen. La reducción de costos logísticos, la generación de energía renovable, etc. Sin embargo, el camino por recorrer es largo y aún hay mucho por trabajar.

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