Un hombre de negocios que dividió su corazón en varios países por su historia, llegó hace años a la provincia en un viaje de placer y quedó tan encantado de los vinos y su gente que decidió para crear su propia bodega.
Guillermo García Lamadrid viene de tierras lejanas, nacido en un pequeño pueblo de Cuba y mandado a muy corta edad a Miami. Este hombre ha creado una de las bodegas más pintorescas en cuanto a restaurante y estancia en Luján de Cuyo, Mendoza.
Anfitrión de Lamadrid Estate Wines, bodega que produce vinos reconocidos por latinos y estadounidenses. “Dicen que los negocios tienen energía y tienen alma, y cuando los lugares tienen energía y alma tienen esa hospitalidad. Donde la gente viene, disfruta y se siente cómodo, teniendo siempre la ilusión de que regresen”, comenta Guillermo para Guarda14.
A los 11 años de edad la madre de Guillermo, Matilde Lamadrid, decide enviar a su hijo a Miami, EE.UU para que no viviera el proceso por el que estaba pasando el pueblo de Cuba. Este acto de coraje y valentía hizo que el nombrara la bodega como homenaje.
El empresario todavía recuerda la gran despedida en el aeropuerto, su madre quedando atrás sin saber si volvería a ver a su familia otra vez porque no todos lograban salir del país. Ese sacrificio, aunque fue duro para todos, hizo nombrar un viñedo y un vino en su honor.
Porqué se enamoró de Mendoza
Eligió la provincia del sol y del buen vino luego de un viaje con amigos, el grupo de degustadores vinieron con el fin de conocer bodegas argentinas y chilenas. Al llegar a Mendoza desde Puerto Rico el grupo recorrió varias bodegas.
Al volver a casa la impresión del negocio del vino, el paisaje y la gente lo motivó y atrapó a este hombre de negocios y es por eso que quiso incursionar como bodeguero. “Quise ver cómo podía tener el reto de hacer vino”, agrega.
Por casualidades de la vida o el destino, uno de los más grandes viñateros locales, Alberto Arizu, fue a Puerto Rico y coincidió en elegir un restaurante donde Guillermo es dueño. Así por medio del vino y la comida se volvieron cercanos, creando la posibilidad a este cubano de volver a la provincia para crear lo hoy se conoce como Lamadrid Estate Wines.
El viticultor siempre perteneció al rubro de abastecimiento gastronómico pero decidió volver al ruedo de las empresas luego de su retiro. En 2004 la asesoría del dueño de Luigi Bosca se hizo realidad y recorrieron grandes sectores vitivinícolas. La elección comenzó con una finca en Agrelo, Mendoza, considera primera zona productora de vino. Luego se extendieron a más de 100 hectáreas de viñedos que dan en la actualidad vinos de primera calidad.
Trabajó siempre con personas locales, como por ejemplo los enólogos que hicieron los primeros vinos, los hermanos Héctor y Pablo Durigutti. Actualmente ellos no están en la bodega porque iniciaron su propio emprendimiento, pero Guillermo sigue trabajando con otras personas para crecer en comunidad.
Para este cubano que pasó por muchos lugares durante su vida la materia prima dentro de esta industria es un de las cosas más importantes y por lo que se alcanza un reconocimiento. Por eso los productos que usan en el restaurante son autóctonos. “Tenemos un grupo muy unido con muchas ganas, con una gran creatividad y con la pasión de hacer una comida excelente. Así que estamos recién comenzando y hasta el momento nos sentimos satisfechos y contentos de que vamos a poderle brinda a los visitantes un producto de óptima calidad”, dice García Lamadrid.