Cómo afecta a tú organismo la mezcla de ibuprofeno y alcohol

Vino e ibuprofeno, que consecuencias genera en el organismo.
Vino e ibuprofeno, que consecuencias genera en el organismo.

Esta mezcla en particular presenta consecuencias para el organismo, y es esencial comprender por qué.

La combinación de medicamentos y bebidas alcohólicas se desaconseja en general debido a las posibles interacciones entre el etanol y los principios activos de los fármacos, lo que puede afectar la eficacia del tratamiento y ocasionar diversos problemas de salud. La mezcla de ibuprofeno y alcohol, en particular, presenta consecuencias para el organismo, y es esencial comprender por qué.

El ibuprofeno, clasificado como antiinflamatorio no esteroideo (AINE), posee propiedades antipiréticas, analgésicas y antiinflamatorias. Sin embargo, su uso conlleva contraindicaciones e interacciones con otros medicamentos.

Entonces, la combinación de ibuprofeno y alcohol tiene distintas repercusiones según la cantidad y la frecuencia del consumo de alcohol. Consumir mucho alcohol de forma puntual puede ralentizar el metabolismo del ibuprofeno, requiriendo una administración más espaciada del fármaco.

Además, el ibuprofeno potencia los efectos del alcohol, aumentando el riesgo de intoxicación etílica y acelerando la aparición de consecuencias como la disminución de reflejos, somnolencia y confusión mental.

Vino e ibuprofeno.
Vino e ibuprofeno.

Algunos riesgos adicionales de la mezcla

Los AINE, como el ibuprofeno, pueden irritar la mucosa gástrica, y al combinarse con el alcohol, aumenta la probabilidad de experimentar problemas estomacales como ardor y dolor. Este riesgo se multiplica en casos de uso crónico de ambas sustancias, agravando las consecuencias.

El caso de la mezcla con vino

Algunos estudios sugieren que el consumo de vino podría ser menos perjudicial que el de cerveza al mezclarse con antiinflamatorios, aunque la evidencia aún no es concluyente. La graduación alcohólica influye en la toxicidad, siendo mayor a mayor graduación. El consumo agudo, incluso ocasional, aumenta la gravedad de la interacción.

El uso de ibuprofeno para aliviar los efectos de la resaca puede ser una opción común, pero es preferible evitar medicamentos y priorizar la hidratación. La deshidratación es la causa principal del dolor de cabeza asociado a la resaca, y consumir agua, caldos e infusiones se considera más beneficioso.

Consecuencias del consumo habitual de alcohol

El consumo regular de alcohol acelera el metabolismo en general, afectando el comportamiento de los medicamentos, incluido el ibuprofeno. Esto puede resultar en una pérdida más rápida de los efectos, impulsando a aumentar las dosis, lo cual no es aconsejable. El consumo crónico de ambas sustancias eleva el riesgo de problemas gástricos y enfermedades cardiovasculares, así como de úlceras estomacales y gastritis.

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