Cuatro definiciones para clasificar mejor los vinos como un especialista

Conceptos que ayudan a comprender mejor qué clase de vinos bebemos.
Conceptos que ayudan a comprender mejor qué clase de vinos bebemos.

Existen conceptos que ayudan a comprender mejor qué clase de vinos bebemos.

En el fascinante mundo de los vinos, aquellos que han disfrutado de diferentes variedades seguramente han notado las diversas expresiones que esta bebida puede ofrecer. Desde tintos que varían en tonalidades, sabores especiados o frutales, hasta aquellos que se presentan robustos o ligeros. Estas diferencias estilísticas pueden ser comprensibles con ciertas definiciones que nos ayudan a apreciar y entender mejor lo que estamos bebiendo, incluso para quienes no son expertos en la materia.

En ocasiones, estas definiciones estilísticas están vinculadas a gustos regionales específicos, como sucede con reconocidas regiones vinícolas como Borgoña, Barolo o Burdeos. Sin embargo, en países como Argentina, donde las definiciones son menos precisas y más generalistas, es necesario recurrir a algunas ideas estilísticas para orientarnos.

Cómo reconocer vinos suaves.
Cómo reconocer vinos suaves.

En este sentido, el concepto de “Vinos de Riqueza” destaca aquellos vinos, tanto tintos como blancos, donde la presencia del alcohol define el paladar. En Argentina, la mayoría de los vinos caen en esta categoría, caracterizados por un contenido alcohólico entre el 14 y 14.5%. Esto se traduce en una sensación de suave calor, un paso envolvente y amplitud de paladar.

En contraposición, los “Vinos Magros” son aquellos donde el alcohol tiene una presencia más tenue en la boca. Estos vinos se caracterizan por sensaciones de frescura y una textura delicada. Son menos comunes en Argentina, pero se pueden encontrar, especialmente en variedades como Pinot Noir o Chardonnay de zonas más frías.

Cómo clasificar un vino.
Cómo clasificar un vino.

Los “Vinos Reductivos” representan una tendencia en crecimiento en Argentina. Estos vinos, elaborados con cuidado para evitar la exposición al oxígeno, ofrecen tonalidades púrpuras y una textura rugosa. Los aromas, iniciales y dominados por notas terrosas, requieren tiempo para abrirse y revelar complejidades frutales o herbales.

Por otro lado, los “Vinos Oxidativos” muestran un estilo que se retira moderadamente de la escena local. Criados en barricas de roble con cierta oxidación durante su elaboración, estos vinos presentan una textura aterciopelada, colores ladrillo y aromas dominados por frutas rojas y negras. Este estilo, que previamente era dominante, ha experimentado cambios en la última década.

Estas categorías estilísticas proporcionan un marco útil para comprender y apreciar la diversidad de los vinos, guiándonos en la exploración de sabores y estilos que el mundo vinícola argentino tiene para ofrecer.

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