Gran aliado: el vino es un gran complemento para cualquier tipo de dieta

El consumo moderado de vino puede formar parte de tu dieta y ayudarte a sobrellevarla mejor.
El consumo moderado de vino puede formar parte de tu dieta y ayudarte a sobrellevarla mejor.

Según diversos estudios, el consumo moderado de vino puede formar parte de tu dieta y ayudarte a sobrellevarla mejor.

El vino no es un alimento prohibido para aquellos que siguen una dieta. En realidad, es beneficioso considerando ciertos aspectos. Las dietas extremadamente restrictivas pueden llevar al abandono y al temido efecto rebote, resultando en un aumento de peso. Adoptar hábitos saludables y cambiar la relación con la comida es más beneficioso.

Beber vino con moderación se considera un acto de disfrute y es parte de la vida social de muchas personas. Pueden obtener un refuerzo positivo para mantener una dieta al poder seguir disfrutando del vino, siempre con moderación y sentido común.

Vino y dieta
Vino y dieta

Si se elige una bebida alcohólica para incluir en una dieta, el vino es la opción preferida. Una copa de vino con las comidas no representa un problema para perder peso y puede ser un aliado en una dieta equilibrada. Aunque el alcohol tiene calorías vacías, el vino también aporta nutrientes, como sales minerales (potasio, sodio, calcio, entre otros) y vitaminas (B12, B6, B2).

Contrario a un mito común, la mayoría de los vinos tienen muy poco azúcar, ya que desaparece durante la fermentación. Aunque algunos vinos dulces contienen azúcar residual, la cifra es inferior al 1%. La creencia errónea de que el vino tiene azúcar es un malentendido profundo sobre esta bebida.

Al incluir vino en una dieta, es esencial seguir algunas recomendaciones. Beber vino durante las comidas puede mejorar el metabolismo de las grasas gracias al resveratrol, y los polifenoles del vino pueden reducir el apetito. La moderación es clave, con una copa al día para mujeres y un máximo de dos copas para hombres.

Vino y dieta
Vino y dieta

Es importante evitar vinos altos en azúcares, como los semidulces, dulces y generosos. Optar por vinos de calidad contribuirá a un mejor perfil nutricional y mejores características organolépticas. Las calorías del vino varían según el tipo, las variedades de uva, el volumen alcohólico y el azúcar, moviéndose generalmente entre 70 y 180 por copa.

Es crucial recordar que mantener una hidratación adecuada con agua, consumir infusiones y café sin azúcar, y evitar refrescos, son elementos clave en cualquier dieta saludable. La elección entre vino blanco y tinto depende del gusto personal, ya que la diferencia de calorías es insignificante.

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