Tintos ligeros: cómo distinguir los vinos “más bebibles”

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Los vinos tintos tienen distintos cuerpos y estructuras, desde hace un tiempo el mercado ha mutado a realizar bebidas más ligeros por el usuario no tan conocedor.

La industria del vino cambia todo el tiempo, desde hace algunos años esos vinos pesados, con mucho cuerpo o que se bebían de a poco por lo fuerte que eran fueron dejados de lado. Antiguamente, la concepción de vinos amaderados y con más cuerpo era lo correcto, pero las elecciones del consumidor han mutado y la bebida nacional argentina comenzó a realizarse de otras maneras.

En la actualidad cada vez se busca más que el vino sea más bebible, donde se tenga una estructura pero que no afecte los sentidos de la percepción y se mantenga joven durante un tiempo para poder ser disfrutado en cualquier momento.

Cómo distinguir los tintos ligeros

  • Observa las variedades

El principal referente de los vinos más ligeros es la variedad de uva. Por ejemplo, Petit Verdot o un Tannat son prácticamente imposibles de llevar a un estilo ligero, es igualmente imposible hacer una Criolla o un Pinot Noir con estructura y cuerpo. En la variedad es donde se determina la estructura del vino.

La zona gris arranca con las variedades bordelesas, como Cabernet, Merlot y Malbec; o con las del Ródano, como Syrah. Estas uvas tienden a dar tintos de cierta estructura ya que sirven para ello, pero hay técnicas que las llevan hacia el lado ligero de la fuerza.

  • Conocer las técnicas de vinificación

Para beber vinos ligeros hay que evitar estos conceptos: crianza, reserva y paso por roble. Porque para que todas esas técnicas de crianza sirvan, los vinos tienen que tener cierta intensidad y estructura. Los livianos

Hay que apuntarle a los que no dicen nada de nada o aclaran que están elaborados con maceración carbónica, maceración en frío o con maceración prefermentativa. También la palabra infusión se está poniendo de moda en ese sentido. Es verdad, hay que ponerse a leer en detalle, pero son todos índices de ligereza.

  • Ver grado alcohólico

Es un índice irrefutable siempre que se lo mire con juicio. Un tinto que tiene entre 14% y 15% es imposible que sea ligero sino quiere saber sólo a alcohol. Entre 11% y 13% es el parámetro ideal.

Claro que se puede dar el caso de un tinto de zona fría que aún con ese grado tenga unos taninos intensos y rugosos, que le quitan toda la gracia. Pero para es eso es importante juzgarlo con la variedad: un Cabernet Franc en ese punto tendrá taninos, ídem un Cabernet Sauvignon. No así un Syrah o un Bonarda, por caso.

  • El estilo del viticultor

Sucede que cuando se llega a este punto es porque uno se ha convertido en un experto. Saber qué estilos son con los que elabora el productor no es para cualquiera. Pero, en la misma sintonía, cuando se bebe un vino que a uno le gusta y lo encasilla entre los tintos ligeros, aunque esta premisa no siempre se cumple.

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